viernes, 28 de febrero de 2014

Una trágica historia

Hace unos días se publicó en el periódico El País el artículo Muerte de un controlador aéreo. Me llamó la atención porque me recordó un documental sobre un accidente aéreo que vi el año pasado. Y efectivamente, el artículo recordaba ese accidente que se produjo el 1 de julio de 2002.

El accidente se puede localizar en la Wikipedia en el artículo Accidente del Lago de Constanza. En este accidente ocurrió lo imposible: dos aviones, uno de pasajeros y otro de carga (DHL) chocaron en pleno vuelo. Como de costumbre, el accidente se debió a una sucesión de infortunados acontecimientos que por separado no eran muy graves, pero que al acumularse ocasionaron un trágico desenlace.

Este accidente que se produjo sobre Suiza tuvo cierta repercusión en España, ya que el avión de pasajeros transportaba un grupo de 52 niños rusos a pasar unos días de vacaciones en Barcelona.

¿Y de qué murió el controlador al que hace referencia el artículo? Vitaly Kaloyev perdió a su mujer y a sus dos hijos en ese vuelo. El 24 de febrero de 2004, casi dos años después, se presentó en la casa del controlador aéreo que aquella noche fue parte del sistema que falló, como el mismo escribió en una carta que hizo pública unos días después del accidente:
Aquella noche formaba parte de una red de seres humanos, ordenadores, dispositivos de vigilancia y transmisión y reglamentos. Esa red falló.
¿Qué hizo Vitaly? Lo que parece que hacen en Osetia del Norte, de donde procede Vitaly: le asestó varias puñaladas mortales al controlador, mientras que su mujer y sus tres hijos observaban desde su casa.

El artículo se publicó en el periódico El País justo 10 años después de que se produjera el asesinato. Una trágica historia real que supera la imaginación de cualquier escritor o guionista.

El documental se puede encontrar en YouTube:

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