martes, 11 de febrero de 2014

El sabor de la muerte

Me gusta correr solo o acompañado, me gusta correr con música o sin música. Cada forma tiene su parte positiva.

Aquí corro solo, sin música y hasta sin reloj (me lo robaron). Sólo sensaciones, sólo disfrutar de lo que me rodea... y de mis pensamientos.

La mayor parte de las veces los pensamientos son "ideas geniales" que luego pierden su genialidad cuando el oxígeno vuelve al cerebro. Otras veces "conecto cosas"...

Este fin de semana he salido a correr dos veces por el parque La Carolina. Todo muy bien, casi 12 km, mucha gente corriendo, de todas las edades, un buen sitio para correr.

Pero hay una cosa mala... ¡la contaminación! Noto el olor de la contaminación, y lo peor, noto su sabor en la boca un sabor amargo, y eso me ha recordado algo que oí una vez en un documental, "el sabor de la muerte".

El accidente de Chernobyl es un tema que siempre me ha llamado la atención. Fue en el año 1986, aún no había cumplido 12 años, pero es de esas cosas que te marcan de pequeño para toda la vida. He leído varios libros y he visto unos cuantos documentales sobre ello. Cuando estuve hace años en Kiev (Ucrania), varias veces pensé que me encontraba a unos pocos cientos de kilómetros de Prípiat, la ciudad fantasma que fue evacuada en 3 horas, como podemos leer en la Wikipedia:
Las autoridades tenían a mano 2.700 autobuses, 15 barcos, dos trenes y 300 camiones, sumado a alrededor de 9.000 personas que se habían ido en sus vehículos particulares. A las 2 de la tarde salió el primer colectivo y para las 5 la ciudad estaba desierta. A las 06:20 la policía revisó todos los apartamentos y contaron a 20 personas que rehusaron a ser evacuadas, sus cadáveres fueron hallados semanas después. 
Dos palabras nuevas se añadieron a nuestro vocabulario a raíz del accidente de Chernobyl: biorobot y liquidador.



Recuerdo que en uno de los documentales, uno de los biorobots que sobrevivió explicaba que en la boca sentían un sabor metálico, el sabor de la radiación, el sabor de la muerte.

2 comentarios:

  1. Hostia, sobrecogedor lo de Chernobil, que malos recuerdos, pero enlazarlo con la polución de una gran ciudad, un salto un poco largo, no?
    De todas formas, si es cierto que se nota cuando corro o voy en bici por el campo abierto o por una ciudad o carretera transitada, y no debe ser bueno para mis pulmones :-(

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  2. Con la falta de oxígeno se me va la cabeza...

    Sí, yo también pienso eso, como estás corriendo, respiras más profundamente, el aire debe llegar hasta el último alvéolo y seguramente la mierda del aire llega más lejos a nuestros pulmones. ¿Compensará los beneficios del ejercicio exponerse de esa forma?

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