Una cosa que ocurrió ayer me ha hecho recordar dos películas, las dos desconocidas para el "gran público". Dos joyas del blanco y negro.
Algunas veces interpreto cosas que me pasan en función de películas que he visto. Es un poco parecido a lo que hacía Pierce Brosnan en la serie de televisión Remington Steele.
Por un lado, El puente de Waterloo, con Vivien Leigh, sí, Escarlata en "Lo que el viento se llevó". Fue su primera película después de "esa película" que cambió un poco el cine. En esta película Vivien estaba... fantástica:
La otra película es Breve encuentro, dirigida por David Lean, sí, el director de El puente sobre el río Kwai, Lawrence de Arabia o Doctor Zhivago:
"Llegará un momento en que esto ya no me importará. Miraré atrás y pensaré 'Que tonta fui'. No quiero que llegue nunca ese momento. Quiero recordar cada minuto...siempre...siempre, hasta que me muera".
¡Ya no se hacen películas como las de antes!
Las tengo que volver a ver, espero que me gusten igual o más que cuando las vi la primera vez, cuando podía contar mi edad con tres manos.
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