Los cangrejos estaban vivos, bien atados para que no se escapasen, aunque parece que uno sí que lo logró... y no lo pudimos encontrar:
Como se puede ver en la fotografía anterior, las patas de los cangrejos tenían un color azulado-violáceo. Pero una vez cocinados adquirieron el conocido color rojo:
Y este fue el instrumento de tortura cangrejera:
Nos estuvimos riendo un poco porque les dije que en España no usamos eso, sino una especie de alicates o tenazas, parecidos a los que se emplean para abrir las nueces... Me contestaron que ellos abren las nueces con los dientes o con una puerta. Yo les dije que eran unos "salvajes" :-)
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