En la Wikipedia podemos leer:
Una cocina de inducción es un tipo de cocina vitrocerámica que calienta directamente el recipiente mediante un campo electromagnético en vez de calentar mediante calor radiante por el uso de resistencias. Estas cocinas utilizan un campo magnético alternante que magnetiza el material ferromagnético del recipiente en un sentido y en otro. Este proceso tiene menos pérdidas de energía, el material se agita magneticamente, la energía absorbida se desprende en forma de calor, calentando el recipiente. Los recipientes deben contener un material ferromagnética al menos en la base, por lo que los de aluminio, terracota, cerámica, vidrio o cobre no pueden utilizarse con este tipo de cocinas.Sí, es lo mejor para cocinar. Sólo tiene dos problemas:
Actualmente el coste de la tecnología de inducción dobla al de una vitrocerámica tradicional, pero las elevadas prestaciones así como su mayor eficiencia energética la convierten en una inversión atractiva. El coste de la producción de esta tecnología se centra en la electrónica de potencia necesaria para su funcionamiento.
- Es la más cara, más cara que una de gas o de vitrocerámica.
- Se tienen que utilizar recipientes especiales.
¿Y por qué hay una cocina de inducción en mi departamento?
Hace unos años, el gobierno de Rafael Correa inició un programa de eficiencia energética. Una de las iniciativas de este programa es la sustitución de las cocinas antiguas de gas por cocinas de inducción. Además, todas las cocinas nuevas deben ser de inducción:
Detrás de este cambio existen varias razones. Una importante es que la bombona de gas (el tanque de gas como lo llaman en Ecuador) está subsidiado por el gobierno y sólo cuesta $1,6 el de 15 kg. Como en Perú y Colombia es mucho más caro, la gente lo compra en Ecuador y se lo lleva a esos países.
Por cierto, la cocina que tengo es Teka, empresa alemana, pero fabricación española.
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