Ayer corrí la PUCE 7K (claro, fueron 7 kilómetros). No tenía ganas de correrla, porque he estado toda la semana enfermo, desde que finalicé la carrera del domingo pasado: mucosidad, dolor de cabeza, por la noche los ojos me ardían y algún día tenía hasta dolor en las articulaciones. Pero el sábado me desperté mucho mejor y el domingo, aunque no había puesto la alarma para despertarme... me desperté a la hora que me habría despertado si hubiese puesto la alarma, a las 5:45 (¡joder, menudo reloj interno!).
Ya se han publicado los resultados de la PUCE 7K. Parece que se inscribieron unas 1750 personas, pero sólo corrieron 1445.
El primero fue Pedro Manuel Ramos Imbaquingo, con un tiempo de 23:16 y un ritmo de 3:19.
La primera mujer fue Jeanneth Narcisa Collaguazo Toapanta, con un tiempo de 27:42 y un ritmo de 3:55, que llegó la 16 en la general.
Yo acabé con un tiempo de 33:11, 33:08 de chip, y un ritmo de 4:44. Llegué el 89 en la general (6%) y el 18 en mi categoría.
Aquí en Quito siempre tengo "la mosca detrás de la oreja" por los resultados que obtengo. Siempre pienso que las carreras están mal medidas porque obtengo un buen tiempo para lo poco que me entreno y por la altura a la que estoy, ¡casi 3.000 m! Según los cálculos que realicé cuando estuve en el Pico Lenin, a 3.000 m hay un 70% del oxígeno que existe a nivel del mar.
Así que, he medido a Google Maps para medir el circuito de la carrera de ayer y... ¡sorpresa! No son 7 km, no son menos de 7 km, ¡son más de 7 km, 7,5 km según Google Maps! No me lo creo, así que la conclusión es que sí me creo que han sido 7 km.
¿Curiosidades de hoy?
Hoy había un dron volando con una banderola de publicidad. Muy interesante el aparatito volador, con el que ya se pueden hacer cosas como pintar grafitis sobre una valla publicitaria gigante.
Aquí en Ecuador hay una cosa en la meta de las carreras que nunca he visto en España. En la meta suele haber un grupo de fotógrafos, que llevan una impresora fotográfica portátil. Además, llevan una bandera del Ecuador y un trofeo ficticio para que el que quiera, y a cambio de una módica cantidad, se pueda sacar una fotografía como si hubiera ganado.
Y por último, ayer vi como un chaval de unos 15-20 años se puso a vomitar en la meta. Estaba a 5 metros de mí y... ¡plafff! Vomitona. Luego se alejo unos metros y... ¡plafff! Vomitona. Habrá gente que alejará la mirada, pero a mí me llama la atención ver a alguien vomitar, ¿qué habrá comido? Jajaja.
¿Y la próxima carrera? Pues el próximo domingo, Nuestros Héroes 10K. A ver si en esa me exprimo un poco.
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