lunes, 21 de abril de 2014

En el Quilotoa, ¡genial!

No todos los días se puede nadar en un volcán a 3500 m de altura, ¿verdad? ¡Pues el sábado pasado pude hacerlo!

El volcán en cuestión es el Quilotoa, que se encuentra a unas tres horas en coche desde Quito. En autobús se tarda bastante más, ya que hay que tomar varios autobuses.

En Ecuador, si viajas en autobús puedes acabar viajando como estas pobres ovejitas, en el techo del autobús:


Aunque hay algunas ovejas que tienen más suerte y viajan en la parte trasera de una camioneta:


En el último pueblo por el que pasamos, Zumbahua, pudimos ver que a veces los perros se sustituyen por otros animales de compañía:


Por cierto, aquí el transporte se aprovecha al máximo, si no cabes dentro del vehículo, te ponen fuera, pero viajar viajas seguro:


El Quilotoa es un volcán cuya caldera está rellena de agua. El lago tiene 3 km de ancho y 250 m de profundidad, lo cual no es poco. Esta es la entrada al volcán, hay que pagar $2:


Y esto es lo primero que se ve, ¡sorprendente!:


No es la primera vez que visito un volcán con una laguna, ya lo había hecho en México en el Nevado de Toluca, pero la laguna del Quilotoa es mucho más grande y hermosa, tiene un color azul turquesa impresionante que he leído que se debe a los minerales disueltos que hay en sus aguas:


Desgraciadamente, el sitio es un destino turístico muy popular y te puedes encontrar domingueros y domingueras como esta chica que volvía de la laguna en mula y llevando una guitarra. ¡Si por lo menos hubiese tocado algo bonito!


En la orilla de la laguna se han formado unas especies de playas:


 Y claro, si hay una playa, lo mejor que puede hacer uno es bañarse. El borde del volcán se encuentra a unos 3900 m, pero la laguna a 3500 m. ¡Me he bañado dentro de un volcán a 3500 m de altura!

Una foto para demostrar que sí que me bañé, ¡en calzoncillos!:


Entrar al agua es un poco asqueroso: como en la mayoría de los lagos, el fondo es fangoso, muy fangoso. ¡En algunos sitios te podías hundir hasta la rodilla!

El sitio es precioso, ¡y te puedes quedar a dormir, se puede acampar!:


La altura se notaba, ¡joder cómo se notaba! El agua estaba fría, así que no paré de nadar, pero a 3500 m falta el oxígeno, y te ahogas cuando nadas, como cuando corres.


Y ya por último, unos vídeos:

Desde lo alto del volcán, antes de bajar:



Los muleros que puedes contratar para que te bajen (o te suban):



En la orilla de la laguna:



Volviendo a Quito:

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