Si ayer respondía una pregunta que me hacen a veces, "¿por qué te gusta ir a la montaña?", hoy respondo la segunda que me suelen hacer, "¿por qué te gusta tanto viajar?"
Desgraciadamente, desgraciadamente para mí, en Alicante me aburro como una ostra. Sí, podría intentar que mi existencia en Alicante fuera más divertida, pero entonces quizás dejaría de viajar... y dejaría de ir a la montaña. El aburrimiento me motiva a no quedarme tirado en el sofá... ¡jajaja, tengo sofá en mi casa en Alicante y nunca me he sentado en él! En realidad, tengo extendidos los dos sacos de dormir en el sofá, ¡jajaja!
Una de las cosas que me gusta de viajar es poder ver cosas que en Alicante o España no puedo ver. Por eso mismo, viajar a Francia, Alemania o Inglaterra no me apasiona mucho porque las diferencias respecto a España no son muy grandes. Sí, puedes visitar algunos monumentos, algunos museos, comer cosas distintas, pero la vida es muy parecida. Caminar por las calles de esos países no me sorprende mucho. Sin embargo, sí que hay otros países que me atraen mucho.
Por ejemplo, aquí en Quito el otro día pude ver en la calle como despiezaban un cerdo, un chancho. Claro, en España podría ir a un matadero o a la matanza en un pueblo, pero no es lo mismo. ¿Cuántas veces se puede ver un cerdo muerto al que le están quitando la piel en las calles de Madrid?
Pues en Quito lo puedes ver si problemas, y si quieres, te puedes llevar un pedacito del chancho a casa para comértelo:
Y un par de vídeos:
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