jueves, 24 de abril de 2014

El test de Cooper

Ayer me tocó pasar el test de Cooper.

¿¿¿Cómo???

El Club Andinismo Politécnico va a organizar un curso de hielo y nieve, y con buen criterio, quiere conocer el estado físico de las personas que van a asistir.

Sólo oír las palabras "test de Cooper" me han transportado a mi adolescencia, a mis años en el instituto Jorge Juan (como el subtítulo de este blog), cuando en las clases de educación física me hacían pasar este dichoso test. ¡Cómo lo odiaba! Al final, siempre me aprobaban la asignatura de educación física por pena.

Pues la vida a veces te sorprende (o te dejas sorprender, que es lo más importante). ¡Esta vez tenía ganas de pasarlo! Jajaja, si cuando tenía 14 años, alguien me hubiesen dicho que unos años después lo iba a volver a pasar y con ganas, habría dicho "¡tú estás tonto!". Y además, ¡a 3.000 m de altura!

En los 12 minutos que dura el test di un poco más de 7 vueltas a la pista de atletismo de 400 m. Casi 3 km, a 4 minutos el kilómetro. ¡Genial!

En el artículo sobre el test de Cooper de la Wikipedia hay una tabla con la valoración del test:


¡Categoría "Excelente"! ¡Y a 3.000 m de altura!

Jajaja, lo que me dijeron al terminar la prueba, "tú estás listo para subir al Cotopaxi". Venga, venga, ¡ahora mismo, ya!

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