martes, 26 de julio de 2016

Recuperar la virginidad

No me sorprendió leer ayer el artículo La obligación de ser ‘puras’ en el periódico El País:
El doctor se lamenta de la vigencia del machismo. “El hombre que se presenta a su futura esposa se pavonea ante ella de la gran experiencia que ha tenido con otras mujeres. Pero si ella le confesara que ha conocido a otro hombre, aunque solo fuera por teléfono, la abandonaría en el momento. ‘Tocada una vez, tocada todas las veces’, suelen decir. Quieren a sus novias como embaladas en plástico, igual que un objeto a estrenar”.
El artículo habla de Marruecos, pero sigo leyendo y siento un deja vu:
Hay operaciones provisionales y definitivas. “Las provisionales”, explica el doctor Mansur, “suelen tener una vigencia de 15 días. Y cuestan unos 200 euros, mientras que las definitivas salen por 500. Pero muchos maridos saben que las operaciones existen. Y antes de acostarse con ellas deciden esperar más de dos semanas, una vez casados, para asegurarse de que cuando practiquen sexo la reparación del himen ya habrá caducado si se hizo una operación provisional”.
Todo esto lo he escuchado varias veces en Kirguistán, donde los hombres buscan maestras (prostitutas) para que les enseñen las artes amatorias, para poder enseñar a sus esposas que serán vírgenes y puras. Igual de vírgenes y puras que las gitanas, que también buscan casarse vírgenes, pero según me contó una vez un sexólogo, practican el sexo anal sin problemas para garantizar la virginidad.

En Kirguistán también me contaron de la existencia de las operaciones provisionales para recuperar la virginidad durante unos pocos días hasta que llegue la boda, ya que en la primera noche se comprobará que "todo está en su sitio". En el caso de las operaciones provisionales, la "virgen" no puede realizar esfuerzos durante los días posteriores, no puede montar a caballo, ya que el ritmo equino le podría hacer perder la virginidad por segunda vez.

Todo esto puede parecer surrealista, puede parecer que sólo ocurre en países "raros", pero no hay que irse muy lejos. En España tenemos a Leticia Sabater, que el año pasado volvió a ser virgen tras pasar por el quirófano y declaró tras ello "Me siento a estrenar".

La fama que obtuvo por esa proeza le permitió filmar el siguiente anuncio:

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