Ya tengo apartamento, el mismo apartamento en el que estuve el año pasado. ¿Cómo es posible?
Antes de venir a Ecuador contacté con la dueña del apartamento para saber si estaba libre. No lo estaba, así que me puse a mirar ofertas por Internet.
Pero unos días después, la dueña me escribió porque el inquilino que tenía, que también era español, abandonaba el apartamento porque su empresa le decía que tenía que volver a España. ¡¡¡Milagro!!!
De todos modos, cuando llegué a Quito estuve mirando apartamentos durante un par de días. Encontré algunas cosas mejores, pero más caras. Este apartamento me gusta porque es moderno, tiene instalaciones que uso (el gimnasio, la sauna) y está al lado del parque de La Carolina que me permite salir a correr. Lo único malo es que no tiene lavadora, pero también tiene su lado bueno, me ahorro tener que lavar la ropa y luego tenderla. ¿Cómo lo resuelvo? La llevo a un sitio donde me la lavan "al peso", 10 libras, unos 9 kilos, por $10.
Volver a Quito y al mismo apartamento ha sido una sensación muy rara, un déjà vu, como si no me hubiese ido de Quito.
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