jueves, 5 de junio de 2014

Una buena historia de taxistas

Aquí uso bastante el taxi, bastante en comparación con Alicante donde no lo uso casi nada.

El taxi en Quito es muy barato, una carrera de 10 minutos te sale por menos de $2. Un taxista me contó que en Quito hay unos 15.000 taxistas.

Me gusta hablar con los taxistas. Algunos son simpáticos, otros no tienen ganas de hablar. Normalmente les pregunto si están casados, si tienen hijos, y ellos me preguntan lo mismo. También les suelo preguntar por la mujeres de Ecuador y como conquistarlas, pero por los resultados obtenidos, mejor no seguir sus consejos (o al revés, como no los sigo, "no me como un colín").

Hace unos días un taxista me contó la historia de un compañero suyo.

El taxista recogió a una chica muy guapa que se sentó en el asiento delantero. La chica le cogió la mano, le puso la mano en el hombro... comenzó a calentarlo. Al rato ella le propuso ir a un solar... y el propósito no era hablar de filosofía o de astronomía. Cuando llegaron, aparecieron dos compinches: golpearon al taxista, lo ataron y amordazaron y le robaron todo lo que tenía, incluido el taxi que sólo tenía 2 meses.

Por la tarde, unos chicos que estaban jugando con una pelota lo encontraron de casualidad.

A su mujer le contó lo que había pasado... y le echo de casa.

El taxi ya no lo tiene, pero como era nuevo, lo tiene que seguir pagando.

El trabajo de taxista lo perdió porque ya no tiene taxi.

Su amigo, mi taxista, me dijo que 2 años después todavía no se ha recuperado. Pero... ¿se folló a la chica? Ni eso...

No hay comentarios:

Publicar un comentario